viernes, 26 de junio de 2009

Ni “hermanos” ni “ellos”

A propósito de los habitantes de la amazonía

Es significativo observar a los políticos de Lima referirse ahora a los nativos de la amazonía como “hermanos”, después de que los trataron todo el tiempo como simples salvajes o “perros del hortelano”, que ni explotan la biodiversidad y el petróleo de la selva ni dejan que otros (los extranjeros) lo hagan. Esto lo presentan como el summun del egoísmo y de la actitud inconsciente de desperdiciar la riqueza. Y toda la culpa la atribuyen a “la ignorancia, el atraso y la absurda idea de preservar culturas atrasadas, sin incorporarlas a la modernización” (recordando siempre la famosa frase que Raimondi nunca dijo “el Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” y que sirve de caballo de batalla para explotar al país hasta la última gota).

Este es el discurso que se ha venido sosteniendo desde hace siglos en el Perú a consecuencia de la dependencia que tiene el modelo oficial de gobierno con las metrópolis de turno: España primero, luego Inglaterra y ahora Estados Unidos. Se trata de una mirada colonial con un discurso que entiende la Modernidad solo en su aspecto económico-industrial, dejando de lado los aspectos sociales y culturales que ésta conlleva. En pocas palabras, para la clase dominante peruana los modelos son buenos cuando les favorecen y solo en aquello que les gusta; las otras partes que los obligan a ceder las omiten.

“Ellos” versus “nosotros”

De ahí es que surge el famoso “ellos”, que sin querer se les escapa a los políticos limeños cuando se refieren a las comunidades no occidentalizadas del país. Pero si ellos son los “ellos”, ¿entonces quiénes son los “nosotros”? ¿Los blancos urbanos occidentalizados que viven en la capital y toman las decisiones para todo el país de acuerdo a sus principios y criterios? Puesto que de momento que se habla de un “ellos”, haciéndose patente implícitamente la existencia de un “nosotros”, es que se concibe al país como los dos países que se establecieron desde la Colonia: la república de indios y la república de blancos.

El modelo liberal en peligro

En el momento en que escribimos estas líneas los “nosotros” están clamando a voz en cuello que lo que está en juego es algo más que la gobernabilidad o la credibilidad del gobierno: es la pervivencia del sistema neoliberal. Para los “nosotros” el país ha avanzado mucho en estos últimos 20 años, desde Fujimori, porque se implantó un sistema que ha favorecido el ingreso del capital extranjero y dinamizado la economía local, enganchado al Perú con la economía internacional. Este modelo implica necesariamente que se siga con la norma del capitalismo de que los recursos naturales de los países pobres deben ser explotados únicamente por las grandes potencias transnacionales, mientras que los habitantes deben ser solo los obreros que éstas necesitan.

Quiénes son los extranjeros

Este es el modelo que los “nosotros” dicen que está en peligro porque los pueblos del Perú, azuzados por intereses “extranjeros” (que nunca son Estados Unidos ni Europa porque, por alguna extraña razón, estos nunca son “extranjeros”), refiriéndose a Bolivia, Venezuela y Ecuador, están dejándose arrastrar realizando protestas inadecuadas y antidemocráticas, en un momento en que el país “está mejor que nunca”. Entonces los “ellos” y los “hermanos” están equivocados porque no saben lo que dicen ni lo que hacen y son manipulados como idiotas por elementos “desestabilizadores” de la nación (la CIA nunca es desestabilizadora porque, para los gobiernos amigos del Pentágono, ésta jamás interviene en nada. Es más, ni siquiera existe).

Los de arriba y los de abajo

Todo esto no es más que una hipocresía que refleja el grado de desprecio por aquellos que no son del círculo de poderosos que se benefician de la entrega de los recursos del país al capital extranjero. Todos los “nosotros” están siempre atentos a servirles a estos en lo que pidan porque saben que ese servicio será bien remunerado (pago que va desde dinero en efectivo y sin recibo hasta la nacionalización en un país desarrollado). Mientras tanto los “ellos” y los “hermanos” se encuentran entrampados pues no pueden escapar de su forma de vida y escoger otra como la de Miami o Barcelona como sí lo hacen los “nosotros”. Tienen que quedarse sí o sí en su tierra, en la tierra de sus ancestros, como el único recurso para sobrevivir. Por eso, cuando los “nosotros” intentan echarlos con argumentos “legales” o a la fuerza nos les queda otro recurso que reaccionar y defenderse como pueden, pues en ello se juegan la vida.

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