viernes, 23 de octubre de 2009

Profecías cumplidas


La información dice así. "En una noticia exclusiva publicada esta semana en la revista WIRED, se reveló que In-Q-Tel, una empresa inversionista de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), acaba de hacer grandes inversiones en un negocio dedicado a monitorear los medios y redes sociales. Esta empresa, Visible Technologies, vigila cada día más de medio millón de sitios en Internet, revisando más de un millón de conversaciones, foros y postsen diferentes blogs, foros en línea, Flickr, YouTube, Twitter y Amazon. Los clientes de Visible Technologies reciben información en tiempo real sobre lo que se está diciendo y haciendo en el ciberespacio, basada en una serie de palabras claves."

A mucha gente de nuestra época le parecerá, no solo bien, sino la mejor manera de “preservar nuestra forma de vida”, en especial, después de los ataques terroristas, como se dice en Estados Unidos. Pero la gran pregunta es ¿cuál es el precio que debe pagar el ser humano para vivir el mundo que desea? Esto se extrae de libros como Un mundo feliz donde según Huxley "la libertad individual está en peligro en el mundo entero. Poderosas fuerzas impersonales empujan hacia un 'totalitarismo' muy poco humano. Estamos ante una cultura que se ha 'rebajado' al estadio de un engranaje perfecto, en el que los contratiempos han sido desplazados por una cuidadosa planificación genética, una pastilla de la felicidad y un estado de esclavitud voluntaria que al mismo tiempo también ha dejado 'sin alma' a las personas.

Igualmente en la otra novela premonitoria 1984 de Orwell, se lee que El Gran Hermano es quien suple a todo personaje político: “él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso. El Partido al que han de pertenecer todas las personas”. ¿El mundo que queremos nosotros para nuestros hijos es aquel donde nadie tiene que pensar sino solo preservar el sistema porque es lo mejor que puede haber para el ser humano? ¿Habría dejado el hombre sus cavernas si el objetivo de la vida fuera “preservar el sistema” en que vivía?Entonces será motivo, o bien para cuidarnos de todo lo que escribamos, o bien para preocuparnos por el tipo de sociedad totalitaria que voluntariamente estamos tratando de preservar.