viernes, 29 de mayo de 2009

Qué es la derecha e izquierda en el Perú

Vamos a ver. ¿Qué cosa es derecha en el Perú (porque no en todo sitio los calificativos coinciden) Derecha en el Perú es el conservadurismo, es la oligarquía, el dominio de los ricos en todos los campos de la sociedad: política, cultura, economía, etc. Y lo más importante: conservar las propiedades en manos de quienes las tienen. La CONFIEP es la expresión típica de nuestra derecha pues reúne a los gremios más importantes y a sus dueños: las familias propietarias. Según cálculos, no pasarían más de 5 mil las familias peruanas "de sociedad" quienes tienen la propiedad del 80% del país. Este es el corazón de la derecha. Además a ello se debe agregar la clase media típica, quienes naturalmente tienen la aspiración de convertirse algún día en una familia poderosa y vivir como sus modelos: los ricos. Normalmente trabajan para ellos y son fanáticos defensores de sus derechos (son los que salen a las calles a defender "la democracia, la libertad y el sistema", los que dan la cara por ellos).

¿Qué cosa es la izquierda en el Perú? La izquierda está formada por un pequeño grupo de personas que tienen que haber leído algo de política o estar vinculados a algún grupo o movimiento que se autocalifica de tal. Nadie, sin estar instruido, puede saber si es de izquierda o no por cuanto ello implica una concepción del mundo y una explicación de la sociedad y la economía, y eso es difícil que se obtenga espontáneamente. Es, entonces, un pequeña cantidad de intelectuales que concibe las cosas, mentalmente, diferentes a como las plantean los medios de comunicación. Como el hecho de estar instruido es ya de por sí difícil en nuestro país, resulta entonces complicado encontrar muchos izquierdistas. Normalmente éstos son apoyados, en algunas marchas o en ciertos procesos electorales, por un pueblo que circunstancialmente canaliza sus reclamos a través de ellos, pero, a la hora de la militancia, se retiran pues no los entienden. De allí que el izquierdismo en el Perú haya sido un oportunismo en la historia. No está enraizado en el hombre común.

Y entonces, ¿qué sería el centro? El centro en el Perú es la posición del miedo al cambio, de no saber qué es derecha e izquierda ni querer saberlo. Es el que no cree ya en las ideas sino en aquel que le promete la respuesta a sus necesidades inmediatas... sin discurso de por medio. Suelen estar ahí aquellos que no entienden de política o que la aborrecen o no les importa. La mayoría de la juventud actual, por el rechazo que los políticos les producen, suelen autocalificarse de centro, que es lo mismo que nada. El centro siempre ha sido "yo no opino de política", pero luego se vota por el que asusta menos. Tradicionalmente el Perú se dice que se inclina por el centro porque vota por el temor que le causa tal o cual candidato. Se prefiere a aquel que dice: "yo no soy de derecha ni de izquierda", con el deseo de dar a entender que "yo no tengo ninguna intención preestablecida", es decir, soy pragmático. Fujimori fue un ejemplo claro del "no político". La gente que aún le guarda simpatía es porque lo ven práctico, no da discursos sino hace obra. Por lo tanto, el centro es el rechazo a las ideas, a la posición, a la política y la aceptación total al pragmático, al que hace las cosas en el momento sin pensarlas mucho.

Si el pueblo peruano va a votar por el centro pues lo hará por el que demuestre la posición más práctica, menos ideologizada y que, en lo posible, no tenga ideas. Y ese es el fujimorismo, no hay otro. El fujimorismo no nace en la teoría sino surge de la propia realidad del peruano de “centro”. Reúne todas las condiciones que lo harían aceptable y, además, al igual que el APRA, tendría una segunda oportunidad para "demostrar que también sabe subsanar sus errores", estaría apoyado totalmente por la CONFIEP, lo que le daría estabilidad, y contaría con el respaldo de todos los medios de comunicación, lo que generaría una corriente de opinión optimista y confiable. ¿Qué más se necesita? Alan ya recibió el mensaje de El Comercio (CONFIEP-Ipsos) de que no lo quieren para ahora sino para el 2016, cosa que no creo que le desagrade mucho. La derecha no quiere experimentos ni sobresaltos, así que ya está convenciendo de la mejor manera a García para que acepte el trueque: ahora Fujimori, mañana tú otra vez. Y así se lleve la fiesta en paz. Creo que mejor posición que ésta no puede existir por el momento.

 

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