sábado, 17 de diciembre de 2011

¿Muppets cajamarquinos? Veálos en el cine.


Gran revuelo va a causar en la platea peruana (y en general, de todos los países primario-exportadores) el estreno de la película Los Muppets debido principalmente al tema en el que resulta que, durante sus vacaciones en Los Ángeles, algunos de sus personajes descubren que el empresario Tex Richman planea arrasar con el teatro de los Muppets para perforar y extraer el petróleo hallado debajo del viejo solar. Aunque los protagonistas se encuentran separados deciden reunirse para juntar el dinero necesario para que no destruyan el lugar. ¿Algunas coincidencias con situaciones comunes en nuestros países?

Un conductor de tv, Eric Bolling, del programa Follow the money de Fox Business Network, manifiesta que la película promueve una campaña contra la industria petrolera pues considera que la cinta busca desprestigiar a dicho negocio. "Demuestra lo lejos que la izquierda va a llegar para manipular a sus hijos y convencerlos con el mensaje anti corporativo", aseguró. "De todas estas películas que atacan a la industria del petróleo ninguna discute sobre los aspectos positivos del mismo: es el combustible para iluminar un hospital o calentar sus hogares", señaló Bolling. Debido a esto la Rana René, Miss Piggy, Ruffo y todos los personajes que conforman Los Muppets han sido acusados de “comunistas”.

La pregunta que nos hacemos es ¿cuándo es noble esta actitud, como en el caso de la película de Disney, y cuándo producto “del atraso y la ignorancia de la chusma”, como en el de los cajamarquinos? De todos modos será divertido ver cómo los  niños limeños, hijos de los dueños de las minas, gozarán a rabiar cuando sus héroes derroten al “malvado” explotador de recursos naturales (aquí le llamamos “inversionista”). ¿Cómo se sentirán cuando griten sus criaturas de emoción al ver que las intenciones del “inversionista” se van al agua producto de dicha “rebelión popular”?

Fuera de bromas, esto demuestra una vez más que no existe en el mundo, ni siquiera en Estados Unidos, un consenso sobre qué es lo correcto y lo incorrecto, y que tanto allá como acá hay los que toman conciencia de los abusos y peligros de la explotación del planeta y los que, ante cualquier estorbo a sus negocios, levantan la voz para acusar de terrorista a todo aquel que los cuestiona. Es un debate que aún no ha concluido y donde ambas posiciones tienen sus propios argumentos. Esperamos los peruanos no tener que ser testigos de una censura a la película o quizá ver que declaren en “estado de emergencia” a la Disney debido a la infiltración de “subversivos” que azuzan a su ignorante directorio a hacer estos engendros debido a que "no entienden lo que es el desarrollo y el progreso". Habrá que explicárselos bien.