sábado, 11 de junio de 2011

Acerca del modelo

Economicismo se llama al pensamiento, a la tendencia, a medirlo todo en base a la economía. Ésta es una actitud muy común a un tipo específico de ser humano, el comerciante, para quien todo empieza y termina por la economía. De esto se habló mucho cuando las tesis de Marx campeaban en el mundo para las cuales el hombre era un "homo economicus".

Sin embargo el ser humano dista de ser ese individuo que vive para "generar riqueza" como decía Smith. Es mucho más complejo, pero la actual Sociedad de Mercado tiene sus principios y leyes y esa visión filosófica la maximiza y entroniza como el origen de toda verdad. Ni siquiera el autor de La riqueza de las naciones dijo tamaño absurdo. Él mismo planteaba que esto debía tener siempre un límite y él era muy religioso (y todos sabemos que el único dios que tienen los ricos es su bolsillo y es a lo único que respetan).

Lo cierto es que hoy el Capitalismo es un marxismo sin Marx y pretende entender esto bajo criterios maximalistas. Ello por supuesto dista mucho de ser cierto y solo trae sinsabores que producen las actuales crisis que tienen más que ver con la ética, los principios y las creencias que con los bolsillos.

Un ejemplo lo es la situación actual de EEUU donde no es el sistema el que ha fallado sino la decidida voluntad de los financieros de sacarle la vuelta a la ley. Porque nada más veraz que el hecho que cuando uno trastoca y viola las normas los beneficios se hacen notables, pero conllevan caos y descalabros que después el propio Estado tiene que corregir... ¡premiando a los estafadores con la entrega de los recursos del Estado!

El caso del Perú no es muy distinto del de Estados Unidos. Aquí todos sabemos que la riqueza se genera a través de los contratos con el Estado (no existe la tal competencia entre pares) como lo decía muy bien Hernando de Soto y su tesis mercantilista. La riqueza de las clases altas solo ha provenido de las licitaciones ganadas a dedo y no como indica la ley.

Pero por otro lado es falso que el ascenso de los migrantes a la gran economía se deba al "sistema" impuesto por Fujimori. Ello no proviene de los bancos, las ONG o el Estado sino del modelo de desarrollo andino que se basa en normas provenientes de un sistema ancestral de generar riqueza. Solo cuando las grandes empresas han visto que ésta ya existía es que han ido corriendo a poner sus agencias y sus “malls” para recoger un dinero que jamás generaron.

De modo que no es tan cierto que el actual modelo sea el responsable del desarrollo del capital emergente. Lo único verdadero es que éste ha creado un "Eisha" para los beneficiados pero ha dejado al país en lo mismo que estaba. Se trata como bien se dice de una "prosperidad falaz" (Basadre) la cual terminará el día que los precios de los commodities bajen, como pasó con el guano, el caucho y la harina de pescado.

Finalmente, tan patente es que el Perú verdadero no ha cambiado que basta solo con leer los Facebook y los Twitter de los hijos de los dueños del país para ver que piensan igual o peor que sus padres, con lo que está asegurado el racismo, el desprecio y el despotismo futuro. El sistema, entonces, da dinero fácil, es rentista, pero polariza la sociedad entre "la gente normal" (sic) y "los cholos de mierda" (sic). Nos esperan tiempos realmente difíciles con una generación dirigencial carente de una actitud ética y solo economicista.